Si los objetivos principales son los más habituales de capturar rehenes, deshabilitar bombas o acabar con los enemigos, los objetivos secundarios son muy diferentes y ofrecen un desafío más que elevado. Así, podemos tener desde intentar resistir una gran cantidad de enemigos hasta el llegar a una determinada puntuación de tiro que nos permita acceder a determinadas opciones.

Todo ello nos da la sensación de encontrarnos un juego de acción ligeramente diferente de todo lo que hemos visto hasta el momento en este género.

Sistema de juego, decorados y armas
Todos estos cambios no afectan en ningún momento el clásico sistema de juego de Counter Strike. Y de hecho, seguiremos teniendo que enfrentarnos a todo tipo de terroristas, todo ello para conseguir acabar con los enemigos del juego que, os aseguro, no serán poco ni precisamente tontos.

De hecho se ha optado por un motor (en todos los sentidos) mejorado de lo que podemos ver en Counter Strike. De esta forma, se ha creado primero un motor nuevo de IA que afectará a todos los ámbitos del juego. Los bots, incluso en los niveles inferiores de dificultad tienen comportamientos prácticamente humanos y si estamos entrenando con ellos notaremos como nos rodean, intentan acabar con nosotros y, por supuesto, intentan eliminarnos sin ningún tipo de compasión.

Además, las primeras partidas nos resultarán tremendamente complejas, puesto que los bots se conocerán los decorados mientras no sabremos ni siquiera por donde vamos. Es recomendable que en los primeros compases del nivel nos demos una vuelta sin enemigos para conocer todos sus rincones. Además admiraremos el increíble realismo de estos que se desarrollan en todo tipo de ambientaciones, que van desde la nieve hasta el desierto pasando por todo tipo de situaciones urbanas.

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